
Ambientada en Burleson, Texas, entre 2008 y 2012, la
película se centra en una niña de 10 años llamada Anna (Kylie Rogers),
hija de Christy Beam (Jennifer Garner). Anna está sufriendo de una
pseudoobstrucción intestinal
y no puede comer, utilizando tubos de alimentación para su nutrición,
una enfermedad que no tiene cura. Un día, ella tiene una experiencia
cercana a la muerte después de caer de un árbol. Posteriormente, asiste
junto a su mamá de nuevo al Hospital Infantil de Boston,
donde estuvo recibiendo tratamiento para mejorar su calidad de vida, el
médico sorprendido confirma la remisión inexplicable de su enfermedad.